Tarifa: su historia y emplazamiento
La historia de Tarifa tiene que ver mucho con su emplazamiento geográfico. La ciudad comienza con las primeras llegadas de los Ăberos, los fenicios, los griegos y los cartagineses, grandes comerciantes todos ellos, que vieron este lugar y su situaciĂłn geográfica un punto fundamental y un hábitat privilegiado.
Punta MarroquĂ, es un promontorio situado en el extremo suroeste de la isla de las Palomas o Isla de Tarifa, constituye el punto más meridional de la Europa continental (36Âş de latitud norte y 5Âş 34′ de longitud oeste), además de ser la divisoria geográfica entre el OcĂ©ano Atlántico y el Mar Mediterráneo, allĂ está construido el faro de Punta de Tarifa.
La isla de las Palomas es una de las imágenes más representativas de Tarifa.
El emblemático camino que recorre el espigĂłn hace de divisiĂłn geográfica entre el Mediterráneo y el Atlántico. Pocos sitios en el mundo nos ubican en un lugar tan singular, mar y ocĂ©ano, Occidente y Oriente, un Estrecho que es paso de culturas y miles de especies marinas y avĂcolas. Puente de civilizaciones y bastiĂłn de Europa.
Antaño destacamento militar hoy en dĂa reconvertido en lugar de bienvenida y acogimiento para esos hombres y mujeres que arriesgando sus vidas consiguen en 14 kilĂłmetros de fuertes corrientes alcanzar el sueño europeo.
Se trata de una formaciĂłn rocosa, con un perĂmetro de 1.850 metros, una superficie de 227.380 m2 y una cota sobre el nivel del mar de entre 8 y 10 metros.
A tan sĂłlo 11 kilĂłmetros de la costa africana, pasĂł de ser un lugar para las ofrendas rituales a los dioses de los fenicios y cartagineses, a convertirse en un sitio propicio para defender contra los ataques.
La primitiva entrada respondĂa a una zanja abierta en la roca y cubierta con una bĂłveda de ladrillo. Fue construida por los británicos entre 1812 y 1813 y nada tiene que ver con la actual que fue abierta hacia 1940.
Primariamente se utilizó como cantera para extraer la piedra con la que se construyó el emblemático castillo de Tarifa en el siglo X y las fortificaciones de Gibraltar.
La Torre Almenara fue su primera construcciĂłn y data del siglo XVI; Con 17 metros de altura y 10 de diámetro era custodiada por 3 guardas y un artillero con el objeto de garantizar la continuaciĂłn de las fogatas ahumadas del este o el oeste, se convertirĂa en el punto de observaciĂłn más avanzado de Tarifa sobre el mar y poder asĂ avisar de los ataques sospechosos.
Fue durante el reinado de Carlos IV cuando se procediĂł a transformarla en el actual faro de Tarifa y colocarle un fanal que sirviera de guĂa al tráfico marĂtimo.
Encendido por vez primera en la noche del 30 de mayo de 1822.
Al oeste de la Isla se encontraba la Dársena de Poniente, actualmente conocida como “el Foso”. Se trataba de un desembarcadero que proporcionaba a los barcos locales resguardo de los temporales del suroeste pero que desde la década de 1940 se encuentra arruinada debido a los temporales que acumulaban arena constantemente.
Durante el reinado de Fernando VII, Antonio González SalmĂłn construyĂł siete baterĂas. La baterĂa “de Levante” o “de San Antonio” y la “de Guzmán el Bueno” o “de Poniente” son de la dĂ©cada de 1820, posteriormente mandĂł a construir el almacĂ©n de pĂłlvora de San Fernando a más de 6 metros de profundidad, por lo que se encuentra casi oculto a la vista.
Su unión al continente tuvo lugar en 1808, obra de González Salmón, cuando se construyó la escollera de 769 metros que la une al continente con el objetivo principal de construir un dique que protegiera al fondeadero de levante de los temporales.
Desde entonces se han formado las playas que la flanquean, la Caleta al este y el inicio de Los Lances al oeste.
Con el paso de los años la utilidad de las fortificaciones de defensa del Estrecho fue decayendo por problemas de humedad. A partir de 1960 la Isla estuvo habitada por el Regimiento de InfanterĂa, llegando en 1967 la CompañĂa de Operaciones Especiales (COE 21).
La Isla acogerĂa a un total de 3.000 hombres y 500 mandos, lo que hizo necesario remodelar el interior para la práctica de los ejercicios de entrenamiento, como una pista de atletismo, un campo de fĂştbol, una galerĂa de tiro y una pista para las clases de defensa personal. Posteriormente la COE 21 fue trasladada y la Isla se destinĂł a la instrucciĂłn de reclutas hasta el 2001 que se decretĂł la supresiĂłn del Servicio Militar Obligatorio. La Isla de Tarifa perdiĂł asĂ todo su interĂ©s militar.
En ese mismo año fue declarada Bien de InterĂ©s Cultural con la categorĂa de “Sitio HistĂłrico”, lo que favorecerĂa la protecciĂłn de sus restos histĂłricos y arqueolĂłgicos.
Poco tiempo despuĂ©s, las instalaciones se comenzaron a utilizar para alojar y dar un refugio temporal a los inmigrantes que sin suerte fueron interceptados al intentar cruzar las aguas del Estrecho de forma ilegal. Esta condiciĂłn continĂşa actualmente, además de otras de carácter cientĂfico como la observaciĂłn y estudio sobre la migraciĂłn de aves marinas.
No sólo son los valores históricos los que han promovido la protección de la Isla de Tarifa. También radica su importancia en albergar poblaciones de especies vegetales endémicas, en sus paredes rocosas podremos encontrar una especie muy rara, el helecho Asplenium marinum, en peligro de extinción.
Otro encanto que posee la Isla son sus fondos marinos, Ăşnicos en el litoral gaditano. Los abundantes corales y gorgonias, junto a esponjas y ascidias forman un paraĂso sumergido lleno de vida que nos indica la alta calidad que posee las aguas del Estrecho. La abundancia de peces que encuentran refugio y alimento en estos fondos como los congrios, morenas o sargos aumentan aĂşn más la riqueza marina. Numerosos submarinistas vienen a bucear en sus proximidades, siendo uno de los alicientes el buceo entre los diversos pecios que naufragaron en sus proximidades, como el de Las Calderas al oeste o el de San AndrĂ©s al este, hundidos a finales del siglo XIX.
A pesar de que no podremos acceder al interior de la Isla, ver una puesta de sol desde la escollera no tiene precio y dicen los aficionados a la pesca que su punta es el mejor sitio de Tarifa para anclar la caña al amanecer.
* Fuente documentaciĂłn: Revista Todotarifa