Diferentes artes de pesca del Atún

green stick pesca sostenible

NO ES ATUN ROJO SALVAJE TODO LO QUE RELUCE

- Pesca del atún rojo del estrecho y mediteranéo -

El atún rojo “Thunnus Thynnus”, además de ser una exquisitez para los paladares más exigentes, es un animal admirable que recorre miles de millas en su migración entre Atlántico y el Mediterráneo, lo que les hace pasar anualmente por el Estrecho a velocidades de crucero que alcanzan los 75 km/h en recorridos cortos Y, llegan hasta los 100 km/h lo que les convierte en los peces más veloces de mares y océanos.  Se han pescado ejemplares adultos de hasta 800 kilos y pueden llegar a medir hasta 3 metros de longitud.


El atún rojo no alcanza la madurez hasta los 5 u 8 años, así que los peces capturados antes de esa edad no han tenido aun la posibilidad de criar y repoblar. Es una especie longeva y de crecimiento lento. Su longevidad se ha estimado en 20 y los 30 años aproximadamente.

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Una hembra de 5 años puede producir una media de 5 millones de huevos (de 1mm) al año, mientras que las hembras de 15-20 años pueden llevar hasta 45 millones de huevos, la eclosión ocurre sin cuidados parentales tras un periodo de incubación de 2 día.

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Es importante destacar que el tamaño medio de los atunes que se capturan legalmente, dentro de las cotas marcadas, oscila entre los 170 y 200 Kg de peso, y estos ejemplares tienen una edad media de 14 años, por ello se considera el arte de pesca más selectivo y respetuoso, ya que tan solo se capturan atunes que han ejercido su labor reproductora durante muchos años (entre 10 y 15).

Las flotas del estrecho con la que trabaja Conservera de Tarifa NO producen capturas por debajo de 70 Kg., y nos aseguramos de que no se produzca ningún daño en las grandes poblaciones de cetáceos que habitan nuestras aguas.

PESCA MILENARIA DEL ATUN ROJO SALVAJE

Del Atún se aprovecha todo, en Conservera de Tarifa tratamos con las partes más exquisitas y sabrosas; como son el Morrillo, Tarantelo y la Ventresca.

Ya los fenicios, los pueblos ibéricos y los romanos fijaron colonias en la zona de las Columnas de Hércules, la actual Cádiz, para poder atraparlo como fuente inagotable de proteínas cuando cruzaba el Estrecho de Gibraltar en primavera y comienzos de verano.

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El mar Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar son clave para la supervivencia del atún rojo. Se trata de una de las dos únicas zonas de cría de estos peces y las aguas que rodean las Islas Baleares son una zona de desove fundamental.

DIFERENTES ARTES DE PESCA DEL ATUN ROJO.

Cada técnica de pesca está orientada a capturar al atún en una situación y momento determinado, lo que al final determina los niveles de madurez y grasa en el animal, así como la infiltración de esta, influyendo estos aspectos en el sabor final de la carne.

  • La Almadraba
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La Almadraba podría considerarse uno de los artes de pesca más antiguo existente. Es un arte de pesca tradicional, fijo y selectivo, usado desde la época de los fenicios y que se mantiene prácticamente igual en la actualidad siendo utilizado, sin apenas cambios, en las costas españolas cercanas al Estrecho de Gibraltar desde hace más de 3.000 años.

Las Almadrabas se comienzan a calar o colocar unos dos meses antes de empezar la temporada de pesca. Es un arte fijo de redes verticales que se sostienen en superficie con flotadores y cuya fijación se hace mediante miles de metros de cables de acero, engrilletados a unas anclas (400-600 anclas) de unos 450 kg. de peso cada una.

 

Los atunes van entrando por el intrincado sistema de redes, hasta ser conducidos al copo, la última parte de la almadraba y la única que cuenta con fondo, de donde serán capturados en la “levantá”. copo se llena en diversas ocasiones, produciéndose varias “levantás” hasta cumplir con la cuota de pesca.

La Almadraba, por su disposición en la entrada del Mediterráneo y por la tipología de sus redes, sólo captura ejemplares maduros que han cumplido varias veces con el ciclo reproductivo, y al no realizar arrastre, se considera un sistema respetuoso con el medio ambiente y la preservación de la especie.

El atún rojo capturado en la almadraba está en su momento álgido, con un nivel de grasas e infiltración óptimo, que los convertían en los favoritos del mercado japonés, sin embargo, con la lucha y el stress de la “levatá” se empapa de ácido láctico, que metaliza su sabor y vira Aun color marronáceo su carne.

Por lo que se está abandonando esta técnica tan agresiva de cara a la captura por otras más respetuosas y seguras

El paladar del consumidor es el que manda y, en este caso, al contrario, que la carne de caza, un pez no estresado resulta más exquisito.

Cañas y líneas de mano de cebo vivo 

Otros de los artes de pesca más tradicionales y sostenibles, las cañas y líneas de mano de cebo vivo, dedicados a la captura de túnidos. Antes de iniciar la captura de estos ejemplares los barcos capturan a sus cebos (cardúmenes de sardinas y pequeños pelágicos) que se conservan a bordo, para lanzar después al mar con el objetivo de atraer a los grupos de Atunes.

En el caso de las cañas, son de bambú, de entre 3 y 7 metros de longitud y llevan en su punta anzuelos que no causan la muerte del ejemplar capturado, el cual se iza a bordo vivo con una lazada.

Una vez detectado el cardumen de Atunes se comienza a echar el cebo vivo. Desde la cubierta del barco se suelta una cortina de agua, para simular el chapoteo de peces en la superficie y no sembrar la desconfianza de los atunes. Una vez ha picado el ejemplar, con un golpe de riñones del pescador, se iza el atún aún vivo a la cubierta del barco donde se le da muerte con un mazo para evitar su asfixia.

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Otro sistema algo más complejo y mecanizado dirigido a las mismas especies es el curricán, popularmente conocido como curri, con cebo vivo o a la cacea (atractivo o chivato). El curricán es una técnica de pesca desde embarcación consistente en arrastrar un cebo o señuelo, de tal forma que el pez se sienta tentado en su captura.

  • La pesca de Cerco

Esta pesca, originada en el mediterráneo, ha dado origen a las piscifactorías, o las llamadas granjas de atún rojo en alta mar. Esta técnica consiste en cercar a los atunes en una gran red sujeta a dos embarcaciones. Mientras una mantiene un extremo de la red fija, la otra realiza un movimiento envolvente atrapando el banco de atunes. Finalmente se cierra por la parte inferior, creando una cesta, para que no escapen los peces.

En líneas generales, los atunes capturados en el Mediterráneo son atunes jóvenes con un nivel de grasa medio que no presenta mucha 

infiltración, el tamaño lo irán ganando con la alimentación y la fata de ejercicio.

Una vez atrapados los atunes, se traspasan a enormes piscinas flotantes realizadas en red, donde son alimentados y mantenidos hasta su pesca, pierden su músculo natural y son engorados con harinas. De ahí la importancia de diferenciar los atunes pescados en estado “SALVAJE” a los de las granjas.

Hoy en día, los paladares más exigentes reivindican lo que llaman ‘calidad Sushimi’, esto ha cambiado una tradición milenaria.

  • El método Green Stick
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La base de partida de las embarcaciones es el curricán. Al cebo se le une el Green Stick, una efectiva modalidad importada desde Japón muy selectiva, con la que se capturan grandes ejemplares que se alimentan en superficie tras ser excitados con señuelos artificiales.

Para ello se sitúa la embarcación sobre los atunes y, tras unos minutos, llega la esperada picada. Los pescadores empiezan pues a recuperar línea mientras gobiernan el barco desde popa para bajar el popularmente conocido como ‘calambre’, una pieza de acero conectada a un cable que proporcionará una descarga eléctrica destinada a aturdir al atún.

El buen trabajo en equipo es fundamental ya que cualquier error puede acabar en un aparatoso accidente.

Otra gran diferencia de cara a preservar la mejor calidad de la carne y el respeto en el arte de pesca es la aplicación al atún en el mismo barco, una vez izado y aturdido, del método ikejime.

Un corte bajo la aleta pectoral, y otro en las agallas, desangra al animal. Mientras, se le inserta una aguja metálica por la medula espinal, que evita la secreción de ácido láctico, al reducir considerablemente el sufrimiento de los atunes.

El paladar del consumidor es el que manda y, en este caso, al contrario, que la carne de caza, un pez no estresado resulta más exquisito.

Se sacrifica, por tanto, al pescado evitando que muera por asfixia, de tal manera que se evite la formación del ácido láctico en su carne, ya que este ácido ocasiona efectos negativos tales como acelerar la degradación del pescado y proporcionar ese sabor “metálico” al pescado si éste es consumido crudo.

Al realizar un desangrado indoloro del pescado, se le evita el estrés y rigor mortis del mismo.

 Para ello el pescado recién capturado mediante artes de pesca como línea, o nasas, se les provoca una incisión próxima a las aletas pectorales, así como en la aleta caudal. De esta manera el pescado se desangra, tiene una muerte rápida y no se genera el estrés que genera el ácido láctico indicado.

BIBLIOGRAFÍA

  • Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Secretaría General del Mar (2008) La Riqueza de Nuestros

Mares: especies de interés para el sector pesquero español.

Melva de Almadraba con agua de mar y tomate

Melva de Almadraba con agua de mar y tomate Conservera de Tarifa

Melva de Almadraba con agua de mar y tomate

La receta de Melva de Almadraba con agua mar y tomate, de Ángel León de Aponiente es elaborada de esta original forma una de nuestras conservas estrella: La Melva de Conservera de Tarifa.

Inauguramos con Ángel León, el cocinero más laureado de la historia de la cocina gaditana, una serie titulada “cocineros en conserva” en la que diferentes profesionales gaditanos irán elaborando platos con nuestras conservas de Tarifa con la finalidad de presentar nuevas posibilidades de comerlas. Conservera de Tarifa y Cosasdecome quieren agradecer especialmente a Ángel León la deferencia de querer inaugurar esta serie de recetas.

Ingredientes:

1 lata de 280 grs. de Melva de Almadraba de La Tarifeña

-1 litro de agua de tomate de Conil (obtenida de dos kilos y medio de tomate)

-Medio litro de agua de mar (hay varias empresas que la venden envasada)

-100 gramos albúmina en polvo

Preparación:

La idea es servir la melva de una forma imaginativa, sin tapar su sabor pero tratando de darle unos matices innovadores. Así el pescado en conserva aparece por encima, con lo que a primera vista parece un merengue, aunque al final es un merengue muy marinero

  • Paso 1: Lo primero que hay que hacer es preparar el agua de tomate. Hay que hacerlo el día antes. Se exprimen los tomates de Conil y el agua obtenida se guarda en el frigorífico. Se dejará allí 24 horas para que los pedacitos que lleva se vayan al fondo y sólo quede arriba el agua con aroma y sabor a tomate. Preparar una máquina amasadora, de las que se utilizan para hacer pasteles o utilizar una thermomix en el modo “Varoma”. Aquí se mezcla el agua de tomate con el agua de mar y la albúmina en polvo. Lo que se logra con la albúmina, que es proteína de clara de huevo, es un efecto parecido a un merengue que es lo que quedará al pasar estos ingredientes por la amasadora o la Thermomix.
  • Paso 2: Una vez preparado este merengue “marino-conileño”, se ponen cuatro papeles de los parafinados, los que se utilizan en las tiendas para envolver las chacinas. Escurrimos bien la melva cocida del aceite que trae la lata, y le ponemos por encima el merengue.
  • Paso 3: Servir de inmediato. Se puede decorar con unos brotes, como los que ha utilizado Ángel León.

Receta de Melva con agua de mar y tomate (Receta de Ángel León).

La almadraba, un arte de pesca tradicional, fijo selectivo y sostenible

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La almadraba, un arte de pesca tradicional, fijo selectivo y sostenible

El arte de pesca de Almadraba se ha mantenido prácticamente igual desde hace  más de 3.000 años, y se  remonta a los fenicios; Su denominación procede del  árabe andalusí y significa “lugar donde se golpea y lucha”.

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Su concesión oficial data del siglo XII cuando el duque de Medina-Sidonia  recibió  la gracia del rey de gestionar las almadrabas del sur atlántico y del  Mediterráneo. Esta casa nobiliaria fue su propietaria hasta finales del  siglo XVIII, principios del XIX, momento en que pasaron a ser una gestión  empresarial.

Entre los años 1928 y 1970, se constituye el Consorcio Nacional Almadrabero, resultado de la unión de empresas almadraberas andaluzas, que construyó y gestionó poblados almadraberos en Sancti Petri, Tarifa y La Atunara, entre otros. En estos poblados vivía la población que trabajaba tanto en faenas de pesca como en actividades anexas, fundamentalmente en las fábricas de salazón y conservas de atún.

En la actualidad Cuatro son las Almadrabas que  conviven en la costa gaditana, ubicadas en  los puertos de Conil, Barbate, Zahara de los Atunes y Tarifa.

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La Almadraba podría definirse como la forma en que el hombre, desde tiempos inmemoriales, ha logrado interceptar a los grandes Pelágicos en su paso migratorio por el Estrecho de Gibraltar.

A día de hoy, la Almadraba sigue siendo un arte de pesca fijo y selectivo. Un ingenio del ser humano que, año tras año, trata de engañar al gran océano. Pero, lo cierto es que tras más de tres mil años de historia, sigue dependiendo de sus caprichos y avatares para garantizar su éxito y continuidad.

La campaña de pesca de cada temporada dependerá siempre de factores difíciles de controlar; desde las propias rutas migratorias de los peces y la presencia de Orcas, hasta las fases lunares, las mareas y corrientes del Estrecho de Gibraltar o la temperatura, salinidad y claridad de sus aguas.

Las Almadrabas se comienzan a calar o colocar unos dos meses antes  de empezar la temporada de pesca. Es un arte fijo de redes verticales que se sostienen en superficie con flotadores y cuya fijación se hace mediante miles de metros de cables de acero engrilletados a unas anclas.

Los almadraberos tras  largos meses de preparativos para calar las artes en  las aguas gaditanas, durante los meses de mayo y junio, afrontan la etapa más  espectacular y laboriosa de la campaña anual: la tradicional levantada de las redes.

El resultado es un espectáculo visual en el que este complejo y frágil arte de pesca de tradición trimilenaria y ejecución totalmente artesanal que  ha sabido, de manera sostenible,  adaptarse a las exigencias del mercado  actual.

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“La Levantá”  o levantada de las redes es un momento intenso y eléctrico.  Cada pocos días, y según la cota fijada para cada Almadraba, se procede a  sacar los Atunes, Melvas y otras especies, ya que si no,  los peces atrapados  en su laberinto perderían el sentido de su orientación migratoria.

En la superficie  les esperaban perfectamente dispuestas las cuatro embarcaciones y  las  redes, o raberas de fuera y de tierra, que conforman el copo, que no es sino  el cercado en el que quedan atrapados los peces. Asegurando que no se  produce ningún daño a las grandes poblaciones de cetáceos que habitan estas aguas, al tratarse de un arte completamente abierto.

Primero  los barcos  situados en el área inmediatamente anterior al copo, conocida como buche,  inician su labor, que consiste en conducir a los peces  hacia el cercado. Una vez cercados,  los barcos que delimitan el copo, denominados sacada, testa y raberas de fuera y tierra, cierran circulo acortando distancias. Empieza el  aleteo conjunto de los peces dando impresión de hacer hervir el agua. Poco a poco las redes se van izando, haciendo visibles a los enormes y majestuosos ejemplares, que saltan entre  las olas  con sus más de 200 kilos de peso de media. Los almadraberos parecen tener el cuerpo hecho a las olas,  al viento y al salitre. Cuando la proa es azotada por una ola que salpica  media cubierta, los almadraberos, en su mayoría ‘copejadores’, ni se inmutan… parecen pegados a cubierta.

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En La fase final de la levantá los pescadores echan el lazo a pequeños  grupos de ejemplares y los suben en grúa hasta las cubiertas de los barcos.

Y tras una lucha frenética, en la que buzos, pescadores, peces y la mar se unen en una furiosa actividad, todo termina y los hombres regresan a puerto a descargar a la lonja.

De las mareas, los vientos y la luna depende y seguirá dependiendo este arte ancestral de la Almadraba, como huella genética de las gentes de Andalucía,  manteniendo el respeto a las especies que recibimos desde el océano y  conservando las tradiciones con nuestra herencia de la pesca artesanal. Porque Tarifa tiene alma de almadraba y corazón marinero.

 

Bibliografía

ANTONIO ZAMBONINO

El País. Jesús A. Cañas

Tarifa Natura

Junta de Andalucía

El blog del Mar

 

Melva que te quiero melva

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Nombre formal, para empezar su presentación de la forma que se merece nuestra protagonista, la melva; Auxis rochei y Auxis thazard, pez de cuerpo robusto, alargado y redondeado, con el hocico corto y dos aletas dorsales muy separadas. De color azulado o gris azulado y flancos y vientre plateados, de piel muy dura y fuerte, totalmente desnuda de escamas, salvo en la parte anterior del cuerpo y a lo largo de la línea lateral. Así es la melva.

Pueblan las aguas cálidas y templadas del Atlántico. Alcanzan la madurez sexual con 20 cm de largo, y la freza (época en que sueltan sus huevos) se lleva a cabo en Junio y Julio. Las zonas de desove (lugar donde sueltan sus huevos) suelen estar bastante cerca de las costas, en aguas bastante cálidas. De ahí su entrada masiva al Mar de Alborán en esos meses.

Muy apreciada por su carne rica en vitaminas A y D, Omega-3. Alguno de los sellos que garantizan la calidad de las conservas de melva son los indicativos “Indicación Geográfica Protegida” y “Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Melva de Andalucía”.

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Nuestra protagonista se alimenta de pequeños peces como anchoas, crustáceos (cangrejos y larvas) y también calamares. Puede alcanzar los 50 cm y un peso de 1,5 kg. Se denomina canutera cuando la melva no alcanza los 600 gr. Por ello, presentan la apariencia de “pequeños canutillos”, que son los que le dan el nombre realmente de Melva Canutera.

Os contaremos que su pesca se sigue realizando, de manera muy controlada y, mayormente, con un arte ancestral “El Arte del Curricán”. Aunque también continúa utilizándose el arte de la Almadraba en la zona del Estrecho.

La pesca del curricán es posiblemente una de las modalidades más antiguas que se conocen. Consiste básicamente en un aparejo compuesto por el plegador o paneta, (en la antigüedad), hoy en día es sustituido por el carrete, el sedal, el quita vueltas o giratorio, el anzuelo y el engaño o cebo.

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Los curricanes más simples se colocan a remolque de la embarcación, tratando de engañar a la presa, que al ver desplazarse el cebo, cree que se trata de un animal vivo.

En la mayoría de los casos, el curricán se realiza paralelo a la costa a menos de 1 milla de distancia, Generalmente se disponen de 1 a 6 cañas con diferentes señuelos.

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Una vez en nuestra cesta, os explicaremos cómo se elabora su conserva artesanal en Conservera de Tarifa, de manera tradicional, desde hace más de 100 años.

Conserva de Melva de Andalucía en Aceite de Oliva

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Ingredientes:

– Melva
– Aceite de oliva
– Sal
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Preparación:

Lo primero es descabezar, eviscerar y lavar la melva, para pasar a su cocido en salmuera (agua y sal) el tiempo adecuado.

Dejamos reposar el pescado hasta que se enfríe, para que no se desmenuce durante la estiba. De manera artesanal y conservando una tradición que en Tarifa pasa de madres a hijas, nuestras estibadoras, cuchillo en mano, pelan la melva, sin intervención de productos químicos, permitiendo así que mantenga todas sus características naturales.

De la misma forma, siempre a mano, las estibadoras filetean el pescado y lo introducen en las latas para una presentación impecable.

Seguidamente cubrimos los filetes de melva generosamente con el aceite de oliva, tapamos y pasamos a un conclave para su esterilización y conserva. ¡Ya podemos utilizarla para cualquier ensalada, bocadillo, empanada o receta que nos apetezca!

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Distinguiremos la conserva de Melva de Andalucía y Melva Canutera de Andalucía. Presenta un color rosado, textura compacta, suave y jugosa, olor agradable y sabor muy característico, diferente al resto de pescado azul.

La melva canutera tiene un color más rosado blanco y un sabor aún más delicado.

Y sobre todo, debemos buscar siempre la calidad, a través de los distintivos “Calidad Certificada” de la Junta de Andalucía, “Indicación Geográfica Protegida” y “Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Melva de Andalucía”.

Bibliografía

Melva de Andalucía. Consejo Regulador

Vamos a pescar Melva. Jesús de la torre bermejo