Caballa: propiedades y beneficios

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La caballa es uno de los pescados azules con muchos beneficios nutricionales, especialmente más ricos en ácidos grasos omega-3. Concretamente tanto en grasas EPA y DHA, que tan beneficiosas son a la hora de cuidar natural y nutricionalmente nuestro sistema cardiovascular.

No en vano, el pescado azul se puede convertir en un excelente y saludable alimento a formar parte de nuestra dieta equilibrada semanal, gracias sobre todo a su gran variedad de nutrientes esenciales fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

Beneficios nutricionales de la caballa

Uno de los principales beneficios nutricionales de la caballa pasa por su alto contenido en ácidos grasos omega-3, concretamente en grasas DHA y EPA, sumamente beneficiosas para proteger nuestro corazón y cuidar nuestro sistema cardiovascular, ayudándonos positivamente a la hora de prevenir una gran variedad de enfermedades cardiovasculares.

De hecho, se ha demostrado que seguir cada semana una dieta regular en la que se consumen pescados azules (con un aporte en grasas saludables regular y equilibrado) ayuda a protegernos de cardiopatías y apoplejías.

Además de ello, estas grasas son útiles para bajar el colesterol alto, reducir la inflamación e incluso bajar la hipertensión arterial.

Propiedades de la caballa

En lo que se refiere a las propias propiedades nutricionales de la caballa, se trata de un delicioso pescado azul especialmente rico en vitaminas (como la vitamina D y E), y en minerales (como el magnesio, hierro, potasio y selenio).

Descubre los beneficios del pescado azul

¿Qué tiene el pescado azul que está en boca, y en plato, de todos? Es sencillo: lo tiene todo. Además de su larguísima lista de beneficios para nuestra salud, cuenta con un sabor delicioso, una textura perfecta, y se puede consumir de forma rápida, cómoda y exquisita en las latas de Conservera de Tarifa.

Qué es el pescado azul

La denominación pescado azul aglutina a diferentes especies de pescados que tienen más de un 5% de grasa corporal, principalmente poliinsaturada. Los que no llegan a ese nivel, son los conocidos como blancos, o magros, y suelen tener entre un 1% y 2%. En el caso de los azules, son peces que migran estacionalmente, por lo que necesitan acumular más grasas para contar con mayor energía en los viajes de sus ciclos vitales. Su aleta caudal, es decir, su cola, tiene forma de flecha, lo que les permite nadar mejor y distancias más largas. ¿Por qué se les llama azules? Sencillamente, por el color de su piel.

Algunos datos sobre el consumo de pescado

El pescado azul es uno de los elementos indispensables de nuestra dieta mediterránea. Los expertos recomiendan comer cuatro raciones de pescado a la semana, de las que como mínimo dos deben ser de pescado azul. En España, al menos el 60% de la población consume pescado de manera habitual, y se sitúa como cuarto país consumidor de pescado del mundo, después de Japón, Corea y Noruega.

Según una encuesta de 2015 de la Fundación Española del Corazón, en España no se consumen las raciones de pescado azul recomendadas por la OMS. La edad desde la que esta recomendación resulta especialmente importante es a partir de los cuarenta años, cuando más necesario pasa a ser mantener una dieta sana, equilibrada y con unas buena dosis de productos que contengan Omega 3 para proteger la salud de nuestros corazones.

¿Por qué el pescado azul es tan importante para nuestra salud?

  1. El omega 3

En los años 70, los investigadores daneses Hans Olaf Bang y Jorn Dyerberg concluyeron que los nativos que vivían en el norte de Groenlandia presentaban unos índices considerablemente más bajos de enfermedades cardiovasculares, algo que asociaron a una dieta rica en omega 3. Aunque el ácido alfa liloneico, más conocido como omega 3, es esencial para nuestra salud, nuestro cuerpo no puede producirlo, por lo que debemos obtenerlo a través de la alimentación. Y una de las fuentes más ricas en omega 3 es, precisamente, el pescado azul. Este ácido graso cuenta con una larga lista de beneficios para nuestra salud:

– Propiedades antiinflamatorias y anticoagulantes.

– Ayuda a conservar alto el LDL (el colesterol bueno) y a reducir el nivel de colesterol LDL (el malo).

– Disminuye los triglicéridos y la presión arterial, lo que contribuye mantener una buena salud cardiovascular.

– Todas estas propiedades, resultan clave también para enfrentar y prevenir enfermedades como la diabetes, los accidentes cerebrovasculares, la artritis, el asma, la colitis ulcerosa, o enfermedades degenerativas, como el alzheimer o algunos cánceres, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

– Otros de los muchos beneficios que se le atribuyen al omega 3 es la mejora en la salud de la piel, ya que previene la aparición de psoriasis y eczemas.

– El consumo de omega 3 se recomienda, incluso, para mantener una buena salud mental, especialmente en casos de estrés o depresión.

  1. Fuente de minerales, proteínas y minerales.

Además de la prevención frente a enfermedades que aporta el omega 3, el pescado azul también cuenta con elementos imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo.

– Se trata de un alimento riquísimo en minerales como el calcio –presente en las espinas-, el yodo, el hierro, el potasio o el fósforo.

– Entre los aminoácidos que abundan en la proteína del pescado, figura la lisina, que favorece el correcto desarrollo y crecimiento de los niños, y el triptófano, imprescindible en la producción de glóbulos rojos y en la formación de la sangre.

– En cuanto a las vitaminas, además de vitaminas hidrosolubles, como la B, que ayuda a conservar el sistema nervioso, o la C, contiene vitaminas liposolubles A, D y tiene un alto contenido en vitamina E, que ejerce un efecto protector antioxidante.

Conservera de Tarifa y el pescado azul

En Conservera de Tarifa nos preocupa conservar el mejor y más saludable producto del mar. Por eso, como apasionados del pescado azul, en nuestras latas encontrarás:

Caballa. Pescado muy andaluz, rico en vitaminas B12 y D. Una ración de 200 gramos aporta el 40% de la ingesta diaria recomendada de fósforo. Su aporte de omega 3 es de los más elevados, en concreto, en grasas DHA y EPA, sumamente beneficiosas para proteger el corazón.

Melva de Andalucía y melva canutera. Pertenecientes a la familia de los bonitos y los atunes, son muy apreciadas por su carne rica en vitaminas A, D, B y omega 3, y por su alto valor proteico y vitamínico.

Atún. También conocido como el cerdo de los mares, por el aprovechamiento de su carne. Además de contener ácidos grasos poliinsaturados omega 3, es una excelente fuente de proteínas.

 

Como ves, con Conservera de Tarifa, mantener una dieta rica en proteínas, minerales, vitaminas y omega 3, es sencillo y, además, delicioso. ¡Llena tu despensa de pescado azul!

Caballa muere a manos de panga

Caballa muere a manos de panga en las pescaderías

Caballa muere a manos de panga

 

Gastronomía (15/7/2011)

Con la intención de darme el placer de comer caballa fresca, el sábado pasado hice mi habitual ruta por el mercado de la Libertad de Barcelona. Allí pude comprobar en directo la extraña situación que se vive en las pescaderías hispánicas un día tras otro: la caballa muere a manos de panga.

El panorama es el siguiente: la gente con posibles compra peces capturados en el mar fáciles de comer (merluza, rape, atún, lubina salvaje, etcétera) a precios de pulsera de Cartier. Los que van con el dinero justo se decantan por los de criadero (lubina, dorada, salmón), que son más asequibles y si te los comes con la nariz tapada no notas el regustillo a grasa metálica que te dejan en la boca. Y por último, las personas con menos escrúpulos no hacen ascos a los filetes de perca, panga y demás insípidas infamias venidas de algún fangal de Vietnam o de África.

Mientras tanto, los pescados pequeños y deliciosos que se han consumido toda la vida yacen en un rincón esperando a que algún alma caritativa se apiade de ellos y los compre. Eso si hay suerte y están, porque en muchas pescaderías ya ni los venden. Una excepción suelen ser los boquerones-anchoas y las sardinas… pero más de una persona de otras partes de España me ha contado que en sus ciudades también cuesta encontrarlos.

Todos estos pescados posiblemente sean los más sanos, no solo por las grasas beneficiosas en el caso de los azules, sino por mantener índices bajos de mercurio y otras porquerías al estar abajo en la cadena alimentaria. También son los más sostenibles, ya que no están tan expuestos a la sobreexplotación como las especies del primer grupo. Pero da igual: por lo visto, casi nadie quiere caballas, arenques, jureles o rubios. Antes de que se me acuse de pijo y de finolis por hacer ascos a la gran panga y preferir estos pececillos, aclaro que no se trata de una cuestión de dinero. Todos ellos son baratos, tanto que en muchos restaurantes de alcurnia no se sirven por considerarse comida de pobres. Por suerte, algunos cocineros los han empezado a reivindicar incluyéndolos en sus cartas, pero la onda expansiva no parece haber llegado a la calle.

Me pregunto cual Mourinho: ¿por qué? Pues solo se me ocurre una razón convincente: somos unos vagos sin tiempo. Los pescados azules de los que hablo tienen muchas espinas, y comerlos requiere un esfuerzo y una pausa que no estamos dispuestos a tomarnos. Un último consejo: tómese cinco minutos y limpie de espinas un lomo de caballa o de jurel con unas pinzas. Áselo junto a un filete de panga. Aliñe ambos con lo que más le guste, y después compare. Le aseguro que no volverá a comprar esa cosa con nombre de braga.