6 razones para visitar Tarifa en otoño

Tarifa

Todavía queda un mes para que llegue el invierno y, hasta entonces, en Tarifa estamos disfrutando de la que, para muchos es la mejor estación del año. La ciudad se ha vaciado del turismo estival y durante estos meses hay numerosos planes que realizar al aire libre por la zona para el disfrute de la gente local y de los visitantes. El escritor Scott Fitzgerald decía que “la vida comienza de nuevo cuando llega el otoño”, y es cierto que esa es la sensación que uno tiene en el Campo de Gibraltar durante esta época del año. Hoy en Conservera, como buenos conocedores de la zona, te damos seis razones para visitar Tarifa en otoño.

Pasear por playas vacías

playa Tarifa

Si algo bueno tiene este período del año, es que la inmensidad de las playas gaditanas te espera en su forma más natural y auténtica: sin gente. Tal vez sean pocos los que se atrevan a bañarse en sus aguas, pero un largo y sosegado paseo por la arena contemplando el mar, merece mucho la pena. Si no quieres salir de la ciudad, siempre puedes visitar Playa Chica, la última playa bañada por el Mediterráneo y la más indicada para cuando se quiere escapar del azote del viento. Dentro del Parque Natural del Estrecho, encontramos la Playa de los Lances y sus diez kilómetros de arena dorada casi virgen, o la de Bolonia, famosa por su gigante duna, declarada Monumento Natural. Desde la Playa de Valdevaqueros, donde rara vez faltan los colores de las cometas en su cielo, podrás incluso practicar algo de senderismo después de tu paso por la costa y subir hasta el Cerro de Bartolo, o Cerro de San Bartolomé, donde podrás contemplar de cerca el vuelo de águilas calzadas y buitres leonados, y de lejos, las impresionantes vistas de las sierras de la zona, las vastas playas y la costa africana desde Tánger hasta Ceuta, con el imponente monte Jebel Musa en el medio.

Practicar senderismo por los alrededores de Tarifa en otoño

Tarifa senderismo playa

Si te apetece profundizar más en la práctica del senderismo durante esta época del año, tenemos buenas noticias: nada menos que el 60% del suelo municipal de Tarifa se encuentra oficialmente protegido y está incluido en una Reserva Intercontinental de la Biosfera. Por el clima agradable y los colores del otoño, nos encontramos en un momento perfecto para pasear por cualquiera de los más de setenta senderos señalizados de los que ya te hablábamos en nuestra guía sobre las mejores rutas de senderismo del Campo de Gibraltar. Todas ellas, rutas pintorescas e ideales para conocer Tarifa en otoño, como la imprescindible visita al Parque Natural de los Alcornocales, el paseo lúgubre entre los helechos y quejigos del Bosque de los Llanos del Juncal (no puede haber estampa más otoñal que esta), la excursión a la Garganta del Capitán o el sendero Algarbes-Betijuelo que ha sido calificado este año como el sendero que guarda más secretos de la provincia de Cádiz.

Realizar visitas culturales

La ciudad de Tarifa bien merece unos cuantos paseos por sus calles que, más allá del verano, también conservan ese encanto en el que se mezcla la tradición con un espíritu bohemio. El casco histórico es un laberíntico tesoro de callejuelas blancas, puertas azules, patios y balcones donde la Puerta de Jerez recibe al visitante a la entrada del recinto amurallado como una de las imágenes más icónicas de la localidad, pero no la única. La Iglesia de San Mateo, el puerto, el Castillo de Guzmán El Bueno o las Murallas de Tarifa, declaradas en 2003 Bien de Interés Turístico Cultural, son otros de los puntos clave que no hay que perderse cuando se visita Tarifa en otoño o en cualquier otra época del año.

Conocer el arte rupreste de la zona

Dentro del arte rupestre español, Tarifa es un punto señalado con más de medio centenar de cuevas y abrigos que albergan muestras de todas las épocas prehistóricas. Las más antiguas son los grabados rojos de caballos de la Cueva del Moro, que con una edad de 20.000 años –todavía más antiguas que las pinturas de bisontes de la famosa Cueva de Altamira–, representan el santuario paleolítico más meridional del continente europeo.

Visitar Baelo Claudia

El Conjunto arqueológico de Baelo Claudia, muy cerca de la Playa de Bolonia, es una de las visitas preferidas de los turistas y un plan ideal para realizar en Tarifa en otoño, lejos del calor que siempre acompaña al verano. En las ruinas de esta antigua ciudad romana en perfecto estado de conservación, se localizan elementos que además de ser representativos de la época, ayudan a comprender la cultura de la zona, su relación con el mar y con la conservación del pescado, ya que Baelo Claudia llegó a ser una importante industria de salazones donde se elaboraba la codiciada salsa romana garum.

Disfrutar de la gastronomía

Conservateca

Y lo mejor de todo: poder hacerlo al fresco y sin colas. Tarifa no solo es una ciudad con una importante cultura gastronómica y una larga tradición pesquera y conservera, también es una ciudad de moda, lo que hace que en verano podamos encontrarnos con largas filas de turistas a las puertas de sus restaurantes. Ahora, en otoño, las aglomeraciones han desaparecido, pero bares y tascas emblemáticas como El Ancla o El Burgato, siguen siendo los mismos. Y es que una de las cosas que más define a la localidad es que en Tarifa se come de maravilla: la materia prima es excelente y la forma en la que se trabaja, también. Por eso, a tu paso por Tarifa no puedes dejar de pasarte por La Conservateca, la tienda tradicional de Conservera, donde podrás llevarte a casa deliciosos souvenirs gastronómicos de los que disfrutar durante todo el año, como la caballa, la melva de Andalucía o el pata negra del mar: el Atún Rojo Salvaje del Estrecho.

 

Caballa de Andalucía La Tarifeña: calidad artesanal en una edición más flamenca

caballa de Andalucía La Tarifeña nueva etiqueta

La primera en lucir un nuevo etiquetado en color plata (y combinado con verde, en su versión más flamenca y andaluza), fue la melva canutera. Ahora le toca el turno a los tarros de cristal de filetes de caballa de Andalucía de La Tarifeña, que vestirán una etiqueta en el rojo que siempre acompaña en nuestra marca a la emblemática caballa de Tarifa, combinado con un fondo plateado para resaltar el carácter premium y gourmet de la conserva.

caballa de Andalucía La Tarifeña nueva etiqueta

La nueva etiqueta es un homenaje a los inicios de La Tarifeña, a cuando la fábrica abrió sus puertas en 1910 y que después de más de un siglo de trayectoria, ha acabado por convertirse en un emblema de la gastronomía andaluza y en la marca de conservas artesanales de pescado más antigua de la provincia de Cádiz. Con la apuesta por sustituir el blanco inicial por un tono plateado, se ha buscado, además, otorgarle a la conserva una imagen premium acorde con su excelente calidad y esencia delicatesen.

 

La elección del tarro de cristal es también una declaración de calidad y artesanía de la marca: de un primer vistazo se puede apreciar la estiba impecable en lomos perfectos llevaba a cabo a mano, pieza por pieza, por nuestras estibadoras. Es en ese mimo y cuidado en su elaboración, junto con la calidad de la materia prima, donde reside la mayor virtud de esta conserva que es ya uno de los grandes emblemas de la marca. La caballa es, además, uno de los pescados insignia de Andalucía y la conserva con la que en La Tarifeña comenzamos nuestra andadura. Es también un pescado azul lleno de propiedades y beneficios para la salud, perteneciente a la familia de los escómbridos y que ha sido muy apreciado en nuestras costas desde la época romana por su delicada textura y exquisito sabor.

Algunos se preguntan cuál es el secreto de nuestra caballa en conserva para ser un producto tan popular dentro de la cocina andaluza. Es sencillo: trabajar siempre con la mejor materia prima y hacerlo de una forma 100% manual. Las piezas de caballa llegan a fábrica frescas desde el litoral andaluz, con la excelente calidad que esto les confiere. Ya en sala, el proceso de estiba y pelado se realiza de la misma manera que se hacía cuando en La Tarifeña comenzamos nuestra andadura, en un proceso libre de químicos y con un total respeto por la tradición artesanal y la receta centenaria con la que nació la firma y que nos ha diferenciado de otras conserveras.

Con esta nueva imagen de la Caballa de Andalucía de La Tarifeña, la que es una de nuestras conservas estrella pasa a brillar todavía más y a lucir el carácter superior que define su esencia, al mismo tiempo que supone un regreso a sus orígenes y un homenaje a su historia y tradición. Si quieres llenar tu despensa con los nuevos tarros de filetes de Caballa de Andalucía en aceite de oliva de La Tarifeña, recuerda que puedes encontrarlos en nuestra tienda online o en La Conservateca, en la Carretera Cádiz-Málaga, 11, en Tarifa.

Tostas templadas con tomates confitados, brie y Melva de Andalucía La Tarifeña

receta de tostas templadas con Meva

El aperitivo perfecto existe. Y sí, gracias a Cookpad. El que os proponemos para elaborar es delicioso, saludable y muy rápido de preparar. Hoy te contamos las claves de la elaboración de una tosta sencilla pero con un resultado exquisito y muy andaluz.

Comensales: 4

Tiempo: 20 min.

Ingredientes:

  • 4 rebanadas del pan que te guste..
  • 1 cuña de queso brie.
  • 1 tarro de melva en aceite de oliva de Consevera de Tarifa.
  • 1 bandeja de tomates cherry.
  • Pimienta negra.
  • 1 cucharada de azúcar moreno.
  • 1 chorrito de aceite de AOVE.

 Preparación de las tostas templadas con tomates confitados, brie y melva.

 Sigue los pasos aquí.

Rollitos de aguacate, hummus y filetes de caballa de Andalucía La Tarifeña

receta de rollitos con caballa de Andalucía La Tarifeña

El aguacate y el hummus están de moda. Y a nadie le sorprende porque lo cierto es que son dos ingredientes ligeros, saludables y deliciosos. Además, combinan muy bien en muchas recetas y si ya añadimos caballa de Andalucía en aceite de oliva, el resultado es para chuparse los dedos. Compartimos una receta exquisita y rápida, elaborada por Cookpad, y que todos tus comensales querrán copiarte. ¡Toma nota!

Comensales: 4

Tiempo: 20 min.

Ingredientes:

 Preparación de los rollitos de aguacate, hummus y caballa de Andalucía.

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Mini Arepas con falso ceviche de troncos de Atún La Tarifeña

receta de arepas con troncos de atún La Tarfeña

Las arepas y el ceviche son dos de las incorporaciones más populares de la cocina latinoamericana a nuestra gastronomía. Están presentes en las cartas de los mejores restaurantes y tenemos una buena noticia: también tú puedes preparar un plato que los combine de forma rapidísima y con un resultado sorprendente. Sigue esta receta elaborada por Cookpad, verás qué buen entrante. ¡Allá vamos!

Comensales: 8 raciones.

Tiempo: 40 min.

Ingredientes para las arepas:

  • 250 gramos de harina de maíz precocida.
  • 300 ml de agua tibia.
  • 1 cucharadita de sal.

Ingredientes para el falso de ceviche:

 Preparación de las mini arepas con falso ceviche de atún:

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Blinis de filetes de Melva de Andalucía La Tarifeña, cebolla caramelizada y pimiento del piquillo

receta blinis con melva de Andalucia canutera

Los blinis son típicos de la cocina eslava, pero llevan ya un tiempo fusionándose con nuestra gastronomía para crear tapas de lo más exquisitas. Es lo que ocurre con el aperitivo que os compartimos de la mano de Cookpad: un tentempié especial y cuyos ingredientes combinan a la perfección para soprender a tus invitados.

Comensales: 15-20 blinis.

Tiempo: 40 min.

Ingredientes:

 

Ingredientes para la masa de los blinis:

  • 1 yogur griego.
  • 2 medidas del vaso de yogur con harina de trigo.
  • 1 chorrito de leche.
  • 1 huevo.
  • 1 cucharadita de levadura química.
  • 1 cucharadita de sal.

 Preparación de los blinis de cebolla caramelizada, pimientos del piquillo y melva.

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Historia de conservas y conserveras en El Estrecho de Gibraltar

historia de la conserva

Hay un gran salto en el tiempo entre el garum de Baelo Claudia y la melva Andalucía de Conservera de Tarifa. Pero tienen un importante nexo en común, y ese nexo es la tierra. La tierra, o las aguas, las que bañan el litoral gaditano que se cruzan en El Estrecho, entre África y Europa y que unen el Atlántico con el Mediterráneo. Siempre decimos que la trayectoria de Conservera es centenaria, que se remonta nada menos que a 1910. Pero, tal vez, siendo honestos, debamos mirar todavía más atrás en el tiempo para contemplar siglos y siglos de tradición conservera en la zona. Hoy queremos hablaros de nuestra historia, que es también la historia de todas las fábricas que han nutrido Tarifa, que han bebido de una cultura de elaboración artesanal de la conserva y venerado la calidad del pescado de nuestras costas. Hoy hablamos de la historia de las conservas en el Estrecho de Gibraltar.

La importancia de la historia de las conservas en El Estrecho

La pesca y la explotación de los recursos del mar han sido la principal fuente de alimentación de nuestra tierra desde la Antigüedad y uno de los principales motores económicos de los pueblos costeros. Las factorías de conservas de la zona se establecían de acuerdo con la ruta migratoria de los atunes, que se dirigían durante los meses de mayo y junio desde las frías aguas atlánticas hasta el cálido Mediterráneo para desovar. El Estrecho resultaba un punto clave y estratégico para su captura, de ahí que a día de hoy la Bahía de Cádiz sea una fuente rica de información de la que beben investigadores y arqueólogos para trazar el esquema de las fases de la actividad pesquera de antes, desde los métodos de captura de los peces hasta su comercialización, pasando por su transformación y conservación.

El sur de Hispania, durante el Imperio Romano, era el principal productor de salazones y salsas de pescado, como la famosísima garum. Sin embargo, el origen de la tradición de la salmuera en la región gaditana se remonta todavía más atrás, hasta la época en la que los fenicios pasaron a convertir la pesca de mera actividad de subsistencia en un recurso básico estratégico que acabaría desembocando en su industrialización en el siglo V a.C.

Orígenes de las conservas en la época Fenicio-Púnica

Aunque hasta ahora apenas se dispone de documentación sobre los salazones prerromanos que se ubicaron en el entorno de las Columnas de Hércules, se sabe que existieron chancas y alfarerías próximas a los asentamientos urbanos dedicadas al negocio conservero, como el cerro del Prado, en la bahía de Algeciras y anterior a Carteia, que representa un importante yacimiento fenicio para el conocimiento de las pesquerías del momento. 

Durante la época fenicia-púnica en la zona, se dio el paso del autoconsumo y autoabastecimiento de la pesca a una explotación con fines comerciales y se abandonó la pesca no selectiva en pro de una explotación concreta. Los investigadores hablan del Círculo del Estrecho o de la Liga de Gadir, como la suma estratégica de fuerzas y alianzas de la zona por el desarrollo pesquero y las técnicas de conservación del pescado, algo que favoreció además el comercio regional y a larga distancia. De esa época se conservan, además, amuletos, anillos y monedas con iconografía de peces, que dejan patente la veneración de los fenicios por el mar, así como el impulso de otras actividades que vieron potenciado su desarrollo, como la extracción de sal, la construcción naval, la confección de redes y cordelería o la producción cerámica. Todo ello contribuyó a la creación de rasgos identitarios comunes en la zona que, de algún modo, han perdurado a lo largo de la historia y que definen gran parte de nuestra cultura y de la historia de las conservas.

Saladeros romanos de Baelo Claudia

El paso de los fenicios y sus aportaciones tecnológicas sentaron las bases de lo que acabaría significando Baelo Claudia que, aunque fundada en el siglo II a.C. fue durante el Imperio Romano cuando vivió su época de máximo esplendor, cuando acuñaban su propia moneda y contaban con gobernantes electos. Cerca de Tarifa y de Gadir, nombre latino de Cádiz, el asentamiento de Baelo Claudia se erigió como una importante industria de productos del mar, con sus famosos salazones de pescado donde se elaboraba el codiciadísimo garum, una salsa a base de intestinos, gargantes, fauces y otros despojos de pescados azules. La técnica de salazón del pescado y otras de preservación como el secado o el ahumado, permitieron la conservación del producto durante largos períodos y convirtieron a la región en un importantísimo centro de comercio y distribución.

El uso de redes para la pesca, estampa habitual todavía hoy de la costa gaditana, también fue herencia de los fenicios, una técnica que más tarde los romanos consolidaron con el extendido uso de la almadraba. De ella habla Opiano en el siglo II d.C. en su obra Halieutica, o De la Pesca: «[…] se despliegan todas las redes a modo de ciudad entre las olas, pues la red tiene sus porteros y en su interior puertas y más recónditos recintos. Rápidamente los atunes avanzan en filas, como falanges de hombres que marchan por tribus, unos más jóvenes, otros más viejos, otros de mediana edad, y se derraman dentro de las redes, todo el tiempo que ellos desean y la cantidad que admita la capacidad de la red. Y rica y excelente es la pesca».

Conservera y su herencia milenaria

historia Conservera de Tarifa

Conservera de Tarifa es fruto de la trayectoria de las hasta 11 fábricas de conservas que llegaron a convivir en la ciudad de Tarifa a comienzos del siglo XX. La más antigua, La Tarifeña, nació en 1910 y perdura hoy como la firma más longeva de conservas artesanales de pescado de la provincia de Cádiz. Nosotros hemos recogido el testigo de la fusión de muchas de esas factorías y hemos querido mantener los estándares de calidad del trabajo manual y tradicional de la zona.

La pesca, el procesado, el consumo del atún y de otros escómbridos, y su comercialización dentro y fuera de la región, son señas de identidad del Estrecho de Gibraltar que perduran en nuestros días desde mucho tiempo atrás. Por eso, en Conservera, sabemos que lo que conservamos no solo es el pescado, sino también una larga tradición y cultura que define a nuestra tierra, nuestras aguas y nuestras gentes.

 

La Tarifeña lanza la versión más andaluza de su Melva de Andalucía Canutera

La Melva de Andalucía Canutera de La Tarifeña cambia de etiquetado y la marca pasa a apostar por una conserva en tarro de cristal que deja a la vista la calidad del producto y la impecable estiba del pescado. En el nuevo diseño, la etiqueta homenajea a los comienzos de La Tarifeña y recupera la imagen de sus inicios pero en una versión todavía más flamenca.

melva canutera

La melva canutera es uno de los grandes tesoros de la costa gaditana y uno de los sabores más propios de la cocina andaluza. Su color blanquecino, su textura compacta y ese aroma y gusto suyo tan característico y diferente al del resto de los túnidos, hacen de la melva canutera un producto excepcional. Además, es un pescado muy limitado y de temporada, ya que se captura solo desde septiembre hasta finales de noviembre, lo que lo convierte en un producto exclusivo y muy valorado.

En las instalaciones de Conservera de Tarifa, la melva canutera se trabaja en un proceso 100% manual y libre de químicos, según una tradición y receta ya centenarias que han convertido a La Tarifeña en la marca de conservas de pescado artesanal más antigua de la provincia de Cádiz. Con este nuevo etiquetado de la Melva de Andalucía Canutera, se busca un retorno a los orígenes de la firma recuperando el valor simbólico de la etiqueta inicial en su versión más flamenca, vistiendo los colores de la bandera andaluza, pero con un ligero cambio: sustituyendo el blanco por el mismo tono plata que luce la piel de los túnidos.

La otra nota que le da un carácter distintivo a la nueva Melva de Andalucía Canutera es el proceso de elaboración, inspirado en el de los inicios de la marca y completamente artesanal, un proceso en el que se trabaja sobre piezas de pescado fresco de primerísima calidad que llegan a fábrica en temporada y sobre los que se realiza una estiba impecable, solo con lomos perfectos e idénticos, que hacen de esta conserva un producto gourmet todavía más exclusivo y tradicional.

El nuevo formato de Melva de Andalucía Canutera de La Tarifeña se puede encontrar en supermercados Carrefour de Andalucía, en La Conservateca (en la Carretera Cádiz-Málaga, 11, en Tarifa) y, en la web de Conservera de Tarifa. Con este cambio, Conservera de Tarifa continúa su homenaje a la tradición gastronómica andaluza, al recuerdo y los orígenes, y al mejor sabor en conserva de siempre.

estibadoras

Qué ver en Tarifa este verano

Tarifa Cadiz

Uno de los lemas de Tarifa es el de “pura vida”. Y esa es la sensación que cada año, miles de visitantes se llevan después de pasar sus vacaciones en la zona. Y es que Tarifa tiene un algo especial que la convierte en un enclave mágico, un ritmo que invita a la desconexión, al disfrute y a querer volver verano tras verano. Cuenta con poco más de 18.000 habitantes, pero los que llevan un trocito de Tarifa en su corazón durante todo el año, son muchos más.

 

Hoy te contamos los mejores planes que puedes hacer en Tarifa, qué visitar, dónde comprar y algunas curiosidades de la ciudad.

Curiosidades de Tarifa

Tanto si eres un asiduo de Tarifa como si este verano es la primera vez que la visitas, seguro que no conoces muchas de las curiosidades que la convierten en un lugar tan especial.

Es el punto más meridional de Europa.

En Tarifa se unen aguas y continentes: a un lado se encuentra el mar Mediterráneo y al otro, el océano Atlántico. En los días despejados, se alcanza incluso a ver la costa africana, sobre todo desde algunos puntos clave como el Castillo de Guzmán El Bueno, la isla de las Palomas o la Torre de Miramar.

Es un enclave privilegiado para el avistamiento de cetáceos.

En el Estrecho, ese tramo de 13 kilómetros de agua que separa Europa y África, se llegan a avistar hasta siete tipos de cetáceos, entre los que se encuentran ballenas, cachalotes y delfines.

Famosa por sus vientos.

También es un punto de encuentro de vientos que definen los ritmos de la ciudad y de sus gentes. Cuando sopla el poniente, las playas se llenan de bañistas y la arena, fina y dorada, de toallas y sombrillas. Sin embargo, cuando el levante es el protagonista, son los amantes del kitesurf los que predominan dentro del agua. 

Es la ciudad con mayor arte rupestre del mundo.

Nada menos que 66 cuevas en todo el municipio, entre las que destaca la Cueva del Moro y que, con 20.000 años de antigüedad, es el santuario paleolítico más meridional del continente europeo.

Un 60% de su extensión es territorio protegido.

Esa paz y simbiosis con la naturaleza se sienten en cada de una sus playas, pero también en el interior, en el Parque Natural de los Alcornocales o en cualquiera de las rutas de senderismo que se encuentran en la zona.

Millones de aves cruzan al año por Tarifa.

El Estrecho de Gibraltar es un punto estratégico de la ruta migratoria de más de 400.000 aves planeadoras y de millones de aves de pequeño tamaño. En total, más de 750.000 tipos de ave que cada año atraen a aficionados y expertos de la ornitología.

Es una ciudad llena de historia y con gran mezcla de culturas.

La ciudad se fundó en época romana en el siglo I d.C., aunque cuenta con restos del paso de fenicios, griegos y cartagineses. Su nombre proviene de Tarif Ibn Malluk, jefe berberisco presente en la batalla de La Janda, donde se derrotó a Don Rodrigo y momento en el que empezó la dominación musulmana en España.

Baelo Claudia: gran industria de los salazones de pescado.

Cerca de Tarifa se encuentran las ruinas de la gran ciudad de Baelo Claudia, fundada por los fenicios en el siglo II a.C. Sin embargo, fue durante la época romana cuando vivió su momento de mayor esplendor: acuñaban su propia moneda, la ciudad contaba con gobernantes electos y se convirtió en una importante industria de productos del mar con sus salazones de pescado donde elaboraban el codiciadísimo garum, una salsa a base de intestinos, gargantes, fauces y otros despojos de pescados azules. Se cree que Baelo Claudia fue destruida por terremotos y tsunamis, pero todavía hoy se conservan importantes restos que la convierten en uno de los yacimientos romanos más interesantes del sur de España.

Los mejores planes que puedes hacer en Tarifa

La costa gaditana es famosa por sus playas kilométricas, poco masificadas pero llenas de ambiente. Tarifa es eso y mucho más y hay una larga lista de cosas que hacer en Tarifa para unas vacaciones perfectas.

Pasear por la ciudad.

Tarifa es un pequeño laberinto de callejuelas blancas, puertas azules, balcones y patios. La Puerta de Jerez es la entrada al recinto amurallado y uno de los iconos más reconocibles del casco histórico. La calle de la Señora de la Luz, patrona de Tarifa, vertebra la ciudad en dos y desemboca en la principal vía Sancho IV, conocida por los tarifeños como La Calzada. Casas de azulejos de colores nos conducen hasta la iglesia de San Mateo, construida sobre los restos de una antigua mezquita. Si seguimos callejeando encontraremos el puerto y el Castillo de Guzmán El Bueno. Las murallas de Tarifa son otro de los puntos más visitados de la ciudad y fueron declaradas en 2003 Bien de Interés Turístico Cultural.

Pasar un día en la playa.

Tarifa es uno de los lugares preferidos de los verdaderos amantes de las vacaciones de playa y en la zona, podemos encontrarlas de todo tipo. Playa Chica, dentro de la ciudad, es la última bañada por el Mediterráneo y perfecta para cuando queremos huir del azote del viento. Ya en el Atlántico, la Playa de los Lances, cuenta con diez kilómetros de arena dorada casi virgen. La Playa de Valdevaqueros, meca del kitesurf, es inconfundible por su ambiente chill y por los colores de las cometas que surcan su cielo. Y si buscamos un entorno salvaje y paradisíaco, no podemos dejar de visitar la Playa de Bolonia, uno de los mejores arenales del país y situada a los pies de una imponente duna.

Visitar Baelo Claudia.

Muy cerca de la Playa de Bolonia, se encuentra la imprescindible Baelo Claudia, que no podemos dejar de visitar por el buen estado de sus ruinas y para comprender gran parte de la cultura de la zona y su relación con el mar y la conservación del pescado.

Disfrutar de la gastronomía de la zona

Una de las cosas que más define a Cádiz es su increíble gastronomía. Y es una realidad que en Tarifa se come muy bien. Podemos encontrar desde mercados repletos de pescado fresco hasta cafés con encanto, bares, tascas y restaurantes que no nos podemos perder como El Ancla o El Burgato. En tu paso por Tarifa, no te olvides de probar delicias de la zona como las huevas de caballa, la melva de Andalucía o el pata negra del mar: el Atún Rojo Salvaje del Estrecho.

Ir de compras.

En las serpenteantes callejuelas de Tarifa conviven locales tradicionales con boutiques chics, tiendas hippies y espacios de arte. Pero si lo que queremos es llevarnos pura esencia tarifeña, nada como pasar por La Conservateca, en la Carretera Cádiz-Málaga, 11, al lado de las instalaciones de Conservera de Tarifa. En nuestra tienda tradicional podrás encontrar souvenirs gastronómicos para disfrutar del sabor de Tarifa durante todo el año.

Tarifa y el viento

Tarifa y el viento

Si hay un lugar famoso en España por su viento, esa es Tarifa. La situación geográfica de Cádiz favorece un régimen de vientos muy especial que hace que la zona esté expuesta al azote del aire más bravo, el levante, durante una media de 165 días al año. El levante, y su inseparable compañero, el poniente, modelan también la orografía de las playas gaditanas e incluso en ocasiones llegan a desplazar la inmensa duna de Bolonia. En Conservera hemos querido dedicar un espacio en nuestro blog a ese habitante siempre presente en las blancas calles tarifeñas. Porque, ¿qué sería de Tarifa sin sus vientos?

Historia y mitología del viento

Empezamos hablando de la naturaleza del viento y de sus tipos. Los vientos se nombran y diferencian según la dirección desde la que soplan. La rosa de los vientos, un círculo dividido en secciones, indica la dirección o rumbo del aire, y aunque la división más conocida es la de norte, sur, este y oeste, este símbolo señala hasta 32 rumbos y vientos posibles.

La mitología griega atribuía los cambios del clima a la actividad divina y al antojo de sus dioses. El viento se asoció con los cuatro dioses Anemoi, cada uno de ellos unido a un rumbo del viento y una estación del año diferente. Así, Bóreas era el dios del viento del norte, frío e invernal, Céfiro el del oeste, suave y portador de la primavera, Notus, llegaba del sur, cálido y seco junto con el verano, y Eurus se vinculaba con las tormentas de viento más agitadas.

viento Tarifa

La energía eólica en Cádiz

Pero más allá de la mitología, conocer los secretos del viento ha supuesto una herramienta fundamental para el hombre y para el funcionamiento de las sociedades. Hasta la llegada de los barcos de vapor, en el siglo XIX, era clave para los desplazamientos de personas y bienes en altamar y para los grandes veleros que combatían en las guerras. También servía para moler grano o extraer agua, aunque en la actualidad, eso viejos molinos han sido sustituidos en su gran mayoría por aerogeneradores. Así es como el viento se ha convertido en una de las mayores fuentes de energía renovable. En Tarifa, precisamente, se encuentra el parque eólico El Cabrito, el más antiguo de la provincia de Cádiz, que genera una media anual de 112 gigavatios hora de energía limpia. Esto representa un suministro de energía renovable equivalente al consumo de cerca de 30.000 hogares y evita la emisión a la atmósfera de 107.000 toneladas de CO2 en centrales de carbón. Pero el viento no solo es una fuente de energía para la zona, también lo es para el turismo.

El secreto del viento en Tarifa

¿Qué convierte a Tarifa en una de las grandes mecas del viento? El Mediterráneo se transforma en océano desde el Parque Natural del Estrecho hasta la playa Dos Mares. Al fondo, África casi parece poderse tocar con los dedos. Y entre las dos tierras, un pasillo de agua acoge barcos, ventoleras, aves migratorias y avistamientos de cetáceos.

Dicen que en Tarifa la vida cambia según el viento. Y es cierto. El de Levante es intenso y produce vientos medios sostenidos de 50 kilómetros por hora y rachas que pueden incluso superar los 110 km/h. Esto ocurre por el denominado efecto venturi, que se produce cuando para atravesar el embudo del Estrecho, el viento de levante aumenta su velocidad. Las grandes levanteras soplan entre los meses de mayo y junio y pueden llegar a durar entre siete y diez días consecutivos. Es entonces cuando los paseos y playas quedan desiertas, castigadas por ese aire bravo que levanta arena, olas, toallas y sombrillas a su paso. El viento de poniente, sin embargo, llega desde el oeste, desde donde el Sol se pone, y deja la mar tan calma que arruina los días de todos aquellos que se han acercado hasta las playas de Tarifa para practicar windsurf o kitesurf.

viento Tarifa

Qué hacer en Tarifa cuando sopla El Levante

El viento, aunque casi siempre incómodo y denostado en otros destinos de playa, ha esculpido Tarifa y le ha otorgado esa naturaleza surfera suya tan característica. Eso sí, visitar la zona en verano puede ser como echar una moneda al aire y, si lo que el viajero busca son días de arena y sombrilla y se topa con el Levante, probablemente tendrá que cambiar de planes y preguntarse qué hacer en Tarifa cuando sopla el viento. 

Ante una gran levantera, se pueden visitar los monumentos más emblemáticos de la localidad, declarada Bien de Interés Turístico Nacional en 2003, y conocer así el Castillo de Guzmán El Bueno, la Puerta de Jerez y la Iglesia de San Mateo. O perderse por sus serpenteantes calles blancas llenas de comercios, bares y restaurantes. O visitar La Conservateca, la tienda tradicional de Conservera, en la Carretera Cádiz-Málaga, 11, donde el visitante encontrará un gran surtido de productos gourmet elaborados cada día de forma artesanal por nuestras estibadoras, y llevarse así a casa un pequeño pedazo de Tarifa.

Conservateca Tarifa

Imagen de portada: cedida por @marcomoraphotography